Qué bien escribir bonito, qué bonito escribir bien.
Hoy me han dicho que escribo bonito, pero que escribo triste. Y razón no les falta. Releo mis textos y es cierto que suenan melancólicos, pero sé reconocerme en ellos aunque ya no me sienta así. Supongo que por eso me gusta escribir, para plasmarme y recordarme después. Es algo que se me hace más fácil cuando estoy triste y tengo entendido que le pasa a todo el mundo. Yo lo veo con las canciones, casi todas las canciones bonitas son tristes. O a lo mejor sólo las que me gustan a mí. No sé muy bien por qué...
Quizás sea porque cuando somos felices nos centramos en disfrutar. A mí me pasa con las redes sociales como Twitter o Facebook, que las lleno de cosas cuando estoy aburrida o mustia pero apenas las uso cuando estoy entretenida ¿Qué queréis que diga? "Hola, estoy siendo feliz, adiós". Por supuesto que de vez en cuando cae alguna foto de #miradqueguayesmivida o alguna frase para recordar... pero en realidad yo soy más dada a quejarme en público y disfrutar en privado, supongo.
Ahora soy feliz porque estoy teniendo un verano bonito. Estoy en Inglaterra conociendo gente y lugares nuevos cada semana, además no hay día que no me ría de verdad y eso es lo que más me gusta del mundo. Por supuesto que podría quejarme de cosas: echo de menos a mi familia, quiero achuchar a mi perro, hablar con mis amigos por WhatsApp y Skype no es tan guay como verlos cara a cara durante horas, la comida es horrible, estoy engordando por culpa de las deliciosas chocolatinas, tengo que subir cada día una empinada colina que mi coche haría en menos de un minuto... pero no, no me apetece. Prefiero contaros lo bonito que suena el acento británico, que me encanta beber agua con zumo, que me he enamorado de un gato y lo bien que me siento cuando termino de subir la puta colina de los cojones. Es más, prefiero no hablaros de ello... lo que realmente quiero es disfrutarlo cada día porque soy consciente de que este verano caduca en dos semanas y no quiero perderme ni un poquito.
Así que bueno, aquí queda un texto más. No creo que sea bonito, ni melancólico, ni siquiera es una reflexión. Son sólo palabras que se quedarán aquí para quien quiera leerlas y, sobre todo, para mí. Porque igual que me leo cuando estoy triste y aún me noto ahí, quiero reconocerme también cuando soy feliz.
0 comentarios:
Publicar un comentario