Soy de esas que dudan hasta el último minuto. Soy de esas que se preguntan cien veces si se han equivocado, si podrían haberlo hecho mejor o incluso si existe la forma correcta de hacer algo. Soy de esas que llamarán a una persona en busca de consejo pero llamarán a todas las que haga falta hasta que alguien les diga lo que quieren escuchar. Soy de esas que no necesitan que nadie les diga que lo han hecho mal o se han equivocado, porque ella misma se lo repetirá hasta la saciedad. Soy de esas que se quejan sin motivos pero dan motivos para que te puedas quejar. Soy de esas que pasan de todo hasta que te ven marchar, de esas que se arrepienten luego pero también de las que lo saben disimular. Sobre todo soy de esas que llevan la razón aunque no la tengan.
Como puedes ver, sólo soy una más “de esas”. Pero también hay cosas que no puedes ver… Y es que yo no soy de esas que dejan pasar una oportunidad. Ya he dicho que soy de las de dudar, arrepentirse, dudar un poco más y después disimular. Pero no soy de las de rendirse, ni tampoco de las de no intentar.
No, amigo mío, no. Yo no soy de esas.
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