Vicky Casellas
He tenido dos días para escribir
este texto pero lo he acabado haciendo veinte minutos antes de salir de casa y
sin tener ni idea de cómo empezar. Lo clásico es contaros que me llamo Estela,
tengo veintisiete años, soy de Madrid y ni trabajo ni estudio pero tengo varios
proyectos en mente, o eso es lo que les digo a mis padres para que sigan
aceptándome en su casa. Esto empieza a aburrirme tanto como mi última cita de
Tinder, mejor voy a aprovechar para repasar que llevo conmigo todo lo
necesario; al fin y al cabo dicen que se puede conocer a una mujer si miras
dentro de su bolso. Lo principal es la cartera, que tiene más años que la leche
pero me la regaló mi madre y le tengo mucho cariño y me apaña muy bien. Efectivo
llevo poco, más bien está llena de tarjetas de socia que no uso nunca y un
billete de dos dólares, que lo guardo como si fuese un trébol de cuatro hojas y
me trae la misma suerte. Lo segundo imprescindible es mi inhalador, porque soy
asmática; normalmente paso meses sin usarlo pero la posibilidad de ahogarse
siempre está ahí. Las llaves también las llevo, aunque en mi casa somos tantos
que es difícil que nadie te abra si llamas al timbre. Tampoco puede faltar un
protector labial porque a mí el frío no me gusta nada y yo a él tampoco, esto
último lo sé por el empeño que pone en destrozarme los labios. Antes siempre llevaba
mecheros en el bolso, supongo que para ligar porque yo nunca he fumado, y como
tampoco ligaba hace ya unos años que los cambié por ChupaChups que robo del
Vips. En realidad no lo considero hurto porque los tienen ahí para darlos, pero
como nunca me los ofrecen porque tengo más de nueve años, yo los cojo. Ya por
último me queda el móvil como prioridad al salir de casa, no lo tengo en cuenta
porque lo llevo en el bolsillo y lo único que dice de mí es que vivo en el
siglo XXI, como todos vosotros supongo.
Acabo de darme
cuenta de que todo lo que necesito llevar me cabe en una riñonera, así que voy
a meter más cosas que me sirvan de excusa para llenar el bolso… pero ya no me
queda tiempo para contároslo porque ¿quién soy yo? La que siempre llega tarde.
Booooooring
ResponderEliminarDesarrolle su respuesta.
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